l desayuno salado es siempre una excelente opción, especialmente en un régimen alimenticio hipocalórico.
Cuando necesitas controlar las calorías consumidas durante el día, reducir los azúcares puede marcar una gran diferencia.
Y los beneficios no terminan ahí: como descubriremos pronto, elegir alimentos salados para el desayuno es de gran ayuda para tu bienestar general.
¿Qué estás esperando?
¡Descubre con nosotros 5 recetas para un desayuno salado rico, sabroso y sobre todo fácil de preparar!
Desayuno salado: aquí están los beneficios para cuerpo y mente.
El desayuno salado puede ser realmente mucho más efectivo en términos de saciedad y más completo en cuanto a nutrientes.
Mientras que las opciones dulces pueden proporcionar un rápido pico de energía seguido de una caída igualmente rápida, los alimentos salados a menudo ofrecen una sensación de saciedad más duradera. Esto se debe a dos razones principales: la mayor presencia de proteínas y el contenido de fibra.
Gracias a esta elección, por lo tanto, es más fácil evitar bocadillos poco saludables durante la mañana y mantener estables los niveles de azúcar en la sangre.
Además, un desayuno salado puede ser una excelente manera de introducir proteínas y grasas saludables en la dieta, lo que contribuye a la construcción muscular, al proceso de adelgazamiento o al mantenimiento del peso corporal.
Además de estos beneficios, las opciones saladas pueden ofrecer una variedad de sabores y combinaciones que hacen que el desayuno sea una experiencia culinaria satisfactoria.
Recetas para un desayuno salado saludable y equilibrado
1. Tostada de aguacate con huevo
La tostada de aguacate con huevo es uno de los desayunos salados más populares en este momento.
Además de ser una comida llena de sabor, también representa una opción equilibrada y completa de todos los nutrientes esenciales.
Encontramos una buena cantidad de proteínas, gracias a los huevos, grasas saludables con el aguacate y carbohidratos, provenientes del pan del tostado.
¡No falta nada!
Ingredientes:
1 rebanada de pan integral (para una mayor cantidad de fibra);
1/2 aguacate maduro;
1 huevo;
sal y pimienta al gusto.
Si deseas un toque de frescura adicional, agrega algunos tomates cherry cortados por la mitad.
2. Tortilla de claras de huevo
Los huevos son frecuentemente incluidos en el desayuno salado debido a su excelente aporte de proteínas.
Sin embargo, para hacer una tortilla de claras de huevo, elegimos usar solo la clara, reservando las yemas para otras recetas.
De esta manera, reducimos la cantidad de grasas, haciendo que el desayuno salado sea aún más ligero.
Ingredientes:
4-5 claras de huevo;
perejil al gusto;
sal al gusto;
aceite de oliva al gusto.
Para el procedimiento, calienta un poco de aceite en una sartén antiadherente y, después de batirlas en un tazón, vierte las claras con el perejil. Después de unos minutos de cocción, dale la vuelta y ¡listo: la tortilla está lista! Para una dosis extra de proteínas - y sabor - agrega un poco de salmón o jamón crudo.
3. Pancake salados
Los pancakes son una de las preparaciones más queridas para el desayuno... ¿pero sabías que también puedes hacerlos en versión salada?
¡Así es! Los pancakes salados existen y son extraordinariamente deliciosos.
Simplemente evita agregar azúcar a la mezcla y rellénalos con ingredientes salados como jamón crudo, legumbres (especialmente guisantes), queso o bresaola. En poco tiempo, tendrás un desayuno salado bajo en azúcares y rico en proteínas: ideal para comenzar el día de la mejor manera.
Ingredientes:
1 taza de harina integral;
1 taza de leche descremada o vegetal;
1 huevo;
1 cucharadita de polvo de hornear;
Sal y pimienta al gusto;
Hierbas frescas (perejil, albahaca, cebollino) al gusto.
Procedimiento:
En un tazón, mezcla la harina, la leche, el huevo, el polvo de hornear, la sal y la pimienta hasta obtener una consistencia suave.
Calienta una sartén antiadherente y vierte la mezcla para formar los pancakes del tamaño deseado.
Cocina de un lado hasta que aparezcan burbujas en la superficie, luego voltea y cocina por otros 3-4 minutos.
Sirve los pancakes y espolvorea con hierbas frescas. Estos pancakes salados son una deliciosa alternativa a los pancakes dulces y ofrecen una combinación única de carbohidratos, proteínas y grasas saludables.
4. Wrap de espinacas
Incluso el wrap de espinacas es una idea deliciosa para un desayuno salado: ¡además de ser nutritivo y saciante, también tiene una apariencia fantástica! Y como se dice, incluso el ojo quiere su parte cuando estás a dieta.
Para preparar esta delicia, simplemente haz las clásicas tortillas sustituyendo parte de la masa habitual con una buena porción de espinacas. Luego, rellena con los ingredientes que más te gusten para completar el plato: nosotros hemos elegido queso y salmón, una combinación siempre ganadora.
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5. Porridge salado de quinoa
Los beneficios de la quinoa son conocidos en todo el mundo: este pseudocereal de origen andino está ampliamente difundido hoy en día y es elogiado por sus extraordinarias propiedades. Y quizás encontrarlo en esta lista te deje un poco perplejo, ¡pero es así!
Entre las formas de cocinar la quinoa, también encontramos el porridge salado.
Ingredientes:
1/2 taza de quinoa;
1 taza de caldo de verduras;
espinacas al gusto;
tomates cherry al gusto;
1/2 aguacate en cubitos;
sal y pimienta al gusto. P
ara preparar esta receta, enjuaga la quinoa bajo agua fría como primer paso. En una olla, lleva a ebullición el caldo de verduras y agrega la quinoa.
Cocina la quinoa hasta que esté tierna y haya absorbido todo el caldo; mientras tanto, cocina las espinacas, los tomates cherry y el aguacate.
Incorpora las verduras a la quinoa cocida, condimenta con sal y pimienta, y mezcla bien: ¡el almuerzo... el desayuno está servido!
6. Bagel con queso y salmón
¿Alguna vez has oído hablar de los bagels? Son esos panecillos redondos y muy esponjosos que provienen directamente de la cocina polaca y que en poco tiempo han conquistado el mundo entero.
Prepararlos en casa es muy sencillo, y rellenarlos con queso y salmón te permitirá disfrutar de un desayuno proteico, salado e inmensamente delicioso.
Ingredientes para la masa (aproximadamente 3 unidades):
100 gramos de agua a temperatura ambiente;
3 gramos de sal fina;
175 gramos de harina;
2 gramos de levadura de cerveza;
5 gramos de malta.
Para prepararlos: primero agrega todos los ingredientes secos y luego el agua poco a poco, amasando con las manos (o con la ayuda de una batidora).
Luego, deja que la masa repose durante 5-6 horas, divide la masa y dale la forma clásica de los bagels: redondos con un agujero en el centro.
Deja reposar otra hora y luego sumérgelos en agua hirviendo durante 20 segundos de cada lado; hornea a 220°C durante 30 minutos.
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